martes, 17 de febrero de 2015

El hombre de la corbata negra


Nota aclaratoria: El hombre de la corbata negra tuvo una historia con Lynn, sin embargo ella no es el centro del universo de nuestro personaje.


Carta 012:
(14 Febrero 2012)

He conversado durante todo el día con Cris, al principio fue tedioso buscar temas de conversación para seguirle escribiendo, pero en algún punto empezó a colaborar también, eso está bien, no me gusta andar arrastrando siempre a alguien a dónde no quiere ir, por ahora las cosas han fluido bien, de seguir así pronto nos veremos.

El fin de semana me vi con July, de repente apareció dejándome un mensaje, aproveché que tenía la noche libre y concretamos una cita, cenamos y estuvimos conversando, no estaba interesado en que sucediera algo, por algún motivo estoy pensando de más en Cris… Sin embargo después de varias copas ambos nos estábamos insinuando, entiendo que ella si quería; nos fuimos calentando de más y bien, conocía una residencia cerca al lugar donde estábamos. Fue una decepción total en la cama, estaba llena de tabúes y no me dejo siquiera complacerla a mi manera. Nervios o efecto del alcohol, no me importa: Dejé un billete junto a la cama y me fui a casa, no pretendo amanecer al lado de esa vaca muerta, fue algo de una noche en mi pasado, pero no conocía ese aspecto de ella. No volverá a pasar.

Carta 011:
(04 Febrero 2012)

Mi ex pareja ha regresado del exterior. Sigue tan radiante, delicada y elegante como en nuestros mejores momentos. Creo que se ha arreglado especialmente para la ocasión. Para restregarme en la cara que ahora lleva une mejor vida sin mí. Dijo que salir del país le había renovado las metas y los propósitos para este año, y la verdad hasta deseo que todos sus proyectos culminen con éxito.

Al saludarme intentó seducirme rozando mis labios: “No se puede olvidar un amor en 2 semanas” dice ella. Pues el gusto, el deseo y el cariño no se han terminado de ir de mí. La acompañé a comprar un disco y de paso compré una prenda para mí junto a una corbata, aunque a elección de ella.

Si mujer, terminamos en mi casa y terminamos en mi cama. Parece que uno se aleja de ustedes y misteriosamente se vuelven expertas follando. Eso o la extrañaba, da igual realmente. Después del vino, la cena y la faena en la sala de estar decidimos pasar la noche juntos.  Se ha largado en la mañana sin avisar, madrugaba para compartir con su familia, sólo dejó una estúpida nota que se resume en:

Recuérdame así siempre”.



Carta 014:
(19 Febrero 2012)

El viernes ha sido Lynn, fue fácil convencerle de faltar a sus clases del sábado. Lo único que necesité fue buscar un sitio lejano, ninguno de los 2 quería que alguien de la universidad viera a un profesor con su alumna en ese plan. Es el prospecto físico de mujer que me atrae, ya sabes cómo soy.

A diario converso con Cris, tenía un compromiso el fin de semana así que no pudimos vernos, pero me prometió verme el siguiente, sigo pensando en qué invitación hacerle, quiero algo especial y único, lo merece, me merece. Cris me ha conquistado, su inteligencia y su humor me trasnochan cada día. Me ha recomendado sus 3 libros favoritos, voy por el segundo, debo verme estúpido en el patio de la facultad de psicología cada tarde durante mis descansos leyendo así.

En fin, que debía escribirte sobre Lynn.

Tiene 20 años, una estudiante promedio, no sobresale en sus calificaciones pero tampoco necesitaba insinuarse a mí para superar alguna nota. El juego de coqueteo fue mutuo. No fue algo impensado ni improvisado, desde la clase del miércoles a medio día sabía que en algo íbamos a terminar, le propuse salir a compartir un rato y la mirada que recibí por respuesta me indicó el sitio al que debía llevarla: Un lugar con rock, alcohol, y un aire de clandestinidad.

Gime de forma leve, gime de forma sensual.

Hablamos de sus bandas favoritas, es melómana, coincidimos en alguna agrupación, superficial también, pero nos emocionó reconocer nuestro tema favorito del año 2002. Es buena con los videojuegos y bastante popular con sus compañeros de la universidad ¿Por qué será? Al finalizar la cena recibí un mensaje de voz de Cris, eso terminó de hacer mi noche, seguir con Lynn después de eso no presentó mayor problema.

Una cosa te puedo jurar: Se lo volveré a hacer por detrás.

Carta 015:
(27 Febrero 2012)

Finalmente he estado con Cris.

Me cuesta un tanto escribir. No quiero caer en la cursilería de los suspiros momentáneos pero habrás notado que puedo estar enamorado de ella. Es la mujer que me ha conquistado. El sábado en la noche la lleve a las afueras de la ciudad, un restaurant bastante elegante. Tenía velas. La noche y las luces de la ciudad dibujaron el panorama ideal, usó la táctica del frío para obtener mi gabán y mis brazos.

Imaginas ya cómo me pone verla con mis prendas: Mi gabán, mi camisa, sus piernas desnudas, su piel en mi cama, mis manos en su cintura.

Hace mucho no me dolía la cara de reírme. La serenidad de su mirada y su expresión corporal hacen vibrar cada poro de mi piel.

Casi tanto como el lunar en su hombro.


Lo dije, me cuesta escribir. Eso sí, ya hemos planeado los 2 siguientes fines de semana juntos.

miércoles, 4 de febrero de 2015

Había


Había un cielo calmado
Había un cielo tormentoso
Había un hombre mirando al cielo

Había un hombre inseguro
Había un café y un libro
Había un cigarrillo y otro libro

Había una canción de amor
Había un rayo de esperanza
Había una guitarra y un texto con acordes

Había un ángel
Había un demonio
Seguía el hombre mirando al cielo

Había una montaña frente al hombre
Se había prometido llegar a la cima
Seguía mirando la montaña desde abajo

Una promesa incumplida
Un juramento quebrantado
Una lección aprendida


Y una lección sin aprender


Había un cielo calmado
Había un cielo atormentado
Había un hombre mirando al cielo

Había noches de sueño tranquilo
Había noches de insomnio
Había noches de pesadillas

Estaba el hombre besando
Estaba el hombre cantando
Estaba el hombre soñando

Estaba el cielo atormentado
Estaba el cielo calmado
Estaba el hombre calmado y atormentado mirando el cielo

lunes, 2 de febrero de 2015

Lynn


Lynn es una adolescente, sus 20 años y su carita seria son un imán de pretendientes por doquier, su mirada pretenciosa y su ceja levantada captan la atención de todo hombre que la mira -“Idiota éste, le haré un guiño, seguro pasará la noche entera tocándose mientras me piensa”- dice, al tiempo que sube el volumen de su reproductor de música. Le sonríe al idiota de turno y lo derrite, otro pretendiente más en el transporte público que ha sido cautivado, ya es el segundo en éste día; el cuarto en lo que llevamos de semana y sólo han pasado 3 días – Hombres desesperados y con el pene caliente abundan por éstos tiempos – El tipo ha llegado a su destino, Lynn continúa su camino: “cobarde, no fue capaz de acercarse” piensa ella y si, es verdad, era un tipo común, sin gracia, atraído simplemente por la actitud de Lynn.

Viste sport, lleva lentes, no suele utilizar blusas ya que prefiere chaquetas, nunca muestra sus piernas y siempre lleva accesorios que algunos consideran masculinos: Algo de superhéroes o videojuegos, sabe que eso vuelve locos a muchos hombres, y ella quiere eso, tenerlos ahí para ella, para su ego, le gusta provocar y lo logra con mucha facilidad, no porque su ropa sea ajustada ya que no tiene grandes atributos en sus pechos o su cola, sino más bien por lo sugestiva de su actitud, como el susurrar al oído al despedirse, dejarse abrazar la cintura o rozar con su mano la entrepierna de sus amigos ocasionalmente. Las ventajas y los placeres de ‘estar buena’ y es que en la cotidianidad solo se requiere un pequeño rasgo que resulte atractivo, con eso cualquier mujer se defiende actualmente, y Lynn… Ella lo hace a veces por placer, a veces porque se siente atraída, no se trata de un orco insensible, no, también es humana, y a veces pasa que lleva tiempo sin tener relaciones sexuales, ella es la mujer que puede darse ese lujo cuando guste, con sus amigos o con un desconocido si así lo prefiere, sino que lo digan los 3 hombres con los que ya se acostó en febrero...Y eso que hasta ahora es el décimo día del mes.

Pero Lynn también está enamorada, y aunque para algunos parezca inexplicable, ella sabe diferenciar el sexo ocasional de las relaciones que tiene cuando está con el hombre que la ha cautivado: Maximiliano. Si, Lynn se ha enamorado y al llegar a su casa esta noche seguirá elaborando el detalle que quiere entregarle a su hombre: Una carta en la que redacta a su estilo los recuerdos que tiene de la vez que Max le propuso hacerlo en el salón de clases, de las veces que le hizo felaciones en la facultad universitaria y del día en que terminaron jadeantes, exhaustos en el parque público. Pues se acercaba una fecha especial para ellos y qué mejor que recordar esas situaciones ya que pronto se reencontrarían luego de varios días de mantenerse alejados.
Lynn empieza a extrañarlo…

No llamará a nadie para calmar el deseo que tiene de estar en sus brazos, ésta vez quisiera entregarse de verdad nuevamente. No se cuestiona sus sentimientos respecto a los demás tipos y si eso se considera una infidelidad al hombre que tiene su corazón, piensa ella que es libre y por ello Maximiliano debe saber que si quiere estar a su lado deberá compartir sus labios, deberá también compartir su cuerpo, ya que los halagos que Lynn recibe a diario son un honor, y le resulta absurdo negarse a quien la desee. Así que si un hombre se atreve a declarar sus intenciones ¿Por qué decirle que no? Ella intenta ser complaciente, le dijeron que su cuerpo era simplemente un instrumento que usaría a placer. Lynn se siente bien así.

Lynn
Suena el teléfono: es uno de los hombres con los que estuvo esta semana pero ella lo deja sonar y escucha luego el mensaje de voz, la ha invitado a salir el viernes en la noche. No lo piensa mucho, el viernes ya quedó de ver a Sindy, una de sus mejores amigas, y aunque por un instante duda de la opción de ver a Sindy temprano y al tipo en la noche (total le conoce las intenciones) desiste, pues sabe que aunque Sindy lleve una relación de año y medio con Marcela y sean felices, siempre hubo un deseo que no ocultó hacía ella; así que seguramente terminarán las 2 en la cama… Lynn lo sabe, hay mucho placer que sólo una mujer puede brindarle a una mujer. La pregunta que le ronda su cabeza ahora es: ¿Sindy estaría interesada en estar con Max y conmigo? – Con eso en mente termina la carta y  se dispone a preparar su cena.

El microondas se programa para calentar por 5 minutos una pasta precocida mientras Lynn en bragas, pantuflas y un buso grande espía los perfiles de Maximiliano desde su celular. Revisa sus fotos y sus últimos tweets, Max no ha subido fotos acompañado, parece que lleva una vida tranquila, solitaria, y sus últimos trinos tratan de música y deportes, nada extravagante. Ahora lo extraña más... Lo extraña a él y al cariño que le brinda, que ella percibe como sincero y real, no como el tonto deseo de tenerla en la cama de los demás hombres con los que recientemente se ha acostado. Necesita esa calma, una parte de ella tiene el leve deseo de cambiar algunos aspectos de su vida, aunque no por ello se arrepiente de las cosas que ha estado haciendo y las que vendrán.

Lynn necesita sentirse querida

Responde algunos mensajes de texto y chatea con una de sus compañeras de clase que le cuenta sobre David, ella descubrió que él gusta de Lynn, pero nuestra chica ya lo sabe – Sé cómo me mira, y sé como lo he provocado, al despedirme de él la semana pasada casi le besé, pero no, no me interesa, ha tenido ganas de decirme algo, creo que quiere declararse – dice ella. No es de sorprenderse, ya está acostumbrada a lidiar con pretendientes todo el tiempo, en cada sitio al que va siempre hay alguien que, aunque sea disimuladamente le mira. Cada hombre intenta conquistarla a su manera por chat, muy pocos son lo suficientemente directos para hacerle una propuesta indecente, el resto se ponen su máscara de amistad y se acercan a ella, terminan ilusionados, culpándose o siendo uno más de la lista, invierten su tiempo y sus esfuerzos en obtener una oportunidad mientras ella piensa en su placer corporal y su corazón en Maximiliano

Lynn sirve su pasta y cena

Los mensajes y las conversaciones con los chicos que están tras ella le sacan varias sonrisas, pero ella centra su atención en la conversación con Max, quien simplemente le cuenta sobre su jornada laboral y se interesa en los estudios de Lynn, le deja algunas palabras de aliento y sus mejores deseos para el siguiente día. ¿Qué tiene de especial Maximiliano? No lo sé, ni siquiera nuestra chica lo sabe.

Alista las prendas que utilizará mañana
Se recuesta bajo las cobijas

Se duerme pensando en cuántos hombres  la mirarán mañana por vestir de forma coqueta