miércoles, 30 de septiembre de 2015

Otro Café


No fueron los 2 sobres de azúcar, mucho menos la crema color azul del muffin. Fue el café el que endulzó ese momento, y no me refiero precisamente a la bebida.


Toda buena historia debe comenzar con un café. La historia del gusto por los pandas, un sombrero formal, servilletas, souvenires, facturas y migajas son solo cuentos de adorno para la historia principal.

¿Te has preguntado por qué hay tantos lectores y tantos escritores acompañados de un café? Omite los lentes, la bufanda, y quizá el cigarrillo; la esencia misma está allí, en ese aroma que inunda tus sentidos, que se mezcla en tu instinto y te desborda al besar la mano de esa dama, al levantar tu bolígrafo del papel, al pasar una nueva página: Al verla mezclar el azúcar en su Mocachino.


Y no te olvides de la música, ¿No sabe mejor el café cuando conoces lo más preciado de esa persona? Das un sorbo a tu bebida y lo que recorre tu cuerpo es el coro de esas canciones favoritas. Pocas situaciones pueden conectar de una forma tan diferente. 


¿Y qué si terminas de leer su libro favorito en una noche fría bebiendo un latte?


Puedes leerle una carta, puedes envolverte en la oscuridad, también sellar un reencuentro y reconciliación guiándote por su sabor, saboreando cada gota en tu boca, dejando que su calidez recorra tu piel.


Puedes escribir cada día una nueva historia, acompañada de un café  

martes, 29 de septiembre de 2015

Una sonrisa ante el estrés de la rutina


Esta vez no se trata de un texto de desamor, pasiones o café. 


La velocidad de auto de fórmula 1 que lleva la cotidianidad nos envuelve en un frenesí desorbitado de responsabilidades laborales, académicas, y familiares: Correr con los informes que exige el jefe, arrancarnos el cabello exigiendo a nuestros compañeros de grupo que envíen su parte del trabajo que se debe entregar en la noche y realizar los quehaceres diarios en la cocina nos ocupan la mayor parte de nuestro tiempo en un día a día cuyo único espacio de reflexión y autoconocimiento lo tenemos en el transporte público rodeado (sino apretado) por cientos de personajes en nuestra misma situación. Es a estos personajes a quien dedico este texto.


Con este único espacio de reflexión es entendible que seamos como somos 

Actualmente me encuentro terminando de leer un compilado de historias de Sherlock Holmes ‘Obras inmortales’, del cual quiero extraer un fragmento, sucede cuando Watson lee en un periódico sobre los dotes que su compañero de hogar describe en ‘La ciencia de la deducción’ en la cual explica la importancia de ser un buen observador, asegurando que con fijarse en unos pequeños detalles se puede obtener mucha información relevante:


Me gustaría ver encerrado de pronto al autor en un vagón de tercera clase del subway y que le pidieran que dedujera las profesiones de cada uno de sus compañeros de viaje. ¡Apostaría mil por uno en contra suya!
Perdería usted su dinero


No, no estoy insinuando que observo obsesivamente a todas las personas que van a mi alrededor tratando de descubrir su vida, intentar hacerlo me haría quedar como un depravado que no te quita la mirada de encima, y las susceptibilidades en el transporte público están a brote de piel. Pero si he podido detallar algunos aspectos relevantes y muy interesantes. Inténtalo, sé que encontrarás cosas realmente agradables:


- Observa el color de ropa de quienes viajan a tu lado
- Mira qué libro están leyendo rumbo a su trabajo
- Dedícale una sonrisa a la chica que va triste mirando por la ventana
- Fíjate en quienes siempre tienen afán porque han salido tarde
- Imagina que canción suena en el reproductor del hombre con audífonos que está en la puerta
- Detalla quién jugó Tetris cuando niño (Es fácil, persona que esté mal atravesada, persona que no jugó Tetris nunca)

Es más, te propongo algo: Durante esta semana, sonríe a 3 personas, no importa el momento, no importa el lugar. Seguro que tendrá efectos positivos en ellas.

Rompe la monotonía de tu regreso a casa, reflexiona un poco, pero trata de divertirte con estos pequeños instantes.

Me cuentas cómo estuvo todo

lunes, 24 de agosto de 2015

Estrella


Estrella no conversa mucho en los lugares que ocupa, por ello pocos comprenden sus emociones y sus sentimientos, visita el mismo café 2 veces a la semana, y se ubica siempre en la esquina del balcón, sobre la mesa se le ve un libro distinto cada determinada visita, un bolígrafo negro y la misma agenda de notas. El personal del café conoce su nombre porque siempre realiza el mismo pedido, bebida caliente y el emparedado especial de la casa. En contadas ocasiones algunos hombres han intentado abordarla, con idéntico resultado a pesar de la diferencia de sus intenciones: Sorbo a su bebida y la mirada fija en su lectura.

Sus gruesos lentes, su cabello castaño y la bufanda en su cuello que siempre combina con su piel no pasan desapercibidos para los asistentes del lugar. Hay almas que aún ensimismadas atraen la atención de quienes se fijan en los detalles. A Estrella podría rodearla una multitud en una plaza, aun así las miradas de los observadores se posarían en ella.

En sus apuntes resaltan diversas correcciones, algunos post-it resaltan en las esquinas de las páginas; escribir un libro te obliga a reinventar constantemente a tus personajes, a revaluar las situaciones, y a verificar una y otra vez la coherencia de tu historia. Es una evolución constante, una lucha entre tus deseos y la obra que has creado, una catarsis que requiere mucha cafeína sino deseas recaer en el vicio liberador del cigarrillo.

Estrella ha definido el móvil del asesinato, encontró el modo de descubrir el único cabo suelto que siguió su detective, solo le falta conocer al asesino de su historia.

Otro sorbo a su bebida, y la mirada fija en su lectura.


Estrella: Café y Especial de la casa


lunes, 25 de mayo de 2015

Beso


Todo sucede mientras cierro mis ojos. El aire transformado inunda cada uno de mis sentidos, haciendo que poco a poco se vayan perdiendo en él, tacto deja de ser tacto, la vista se ciega, el oído se encierra, el olfato, ¡Dios, el olfato! Se embriaga intensamente, haciéndose uno con el gusto, haciéndose uno con mi ritmo cardiaco, siendo uno con nuestro aliento; se convierte en nuestra sombra, nuestro reflejo. Se transforma en esa silueta que confunde nuestro inicio y nuestro final. Que confunde mis labios y sus pies, que entrelaza su espalda con mi pecho, que funde sus manos con mi cuello, que presiona su cabello entre mis dedos.

Todo sucede cuando la beso.






lunes, 20 de abril de 2015

Cantinero

Alejandro y Brian entran en el bar; luces azules cubren el recinto, casi al fondo hay una mesa libre. 
Se ponen cómodos. Alejandro mira mal al cantinero, Brian lo percibe.


El Cantinero se acerca a la mesa, saluda cordialmente a Brian, Alejandro se pone en pie, aprieta su mano fuerte y se presenta con la mirada fija en su interlocutor.

- Mucho gusto: Alejandro
- El gusto es mío, Rubén, bienvenido, ¿Qué tomarán?
- 2 Whiskeys, con hielo. Gracias




Retoma su asiento.

Brian nota que Alejandro mantiene la mirada en el cantinero.
- ¿Qué pasa hombre?
- ¿Sabía que estuve tragado de una nena que trabaja aquí al frente?
- No, ¿Qué pasa con eso?
- La nena vino aquí, este tipo, Rubén, se la llevo a la cama en una noche.
- Que vaina hombre



Brian bebe su Whiskey
Alejandro mantiene su mirada en Rubén
El cantinero está en la barra estrenando amante

martes, 17 de febrero de 2015

El hombre de la corbata negra


Nota aclaratoria: El hombre de la corbata negra tuvo una historia con Lynn, sin embargo ella no es el centro del universo de nuestro personaje.


Carta 012:
(14 Febrero 2012)

He conversado durante todo el día con Cris, al principio fue tedioso buscar temas de conversación para seguirle escribiendo, pero en algún punto empezó a colaborar también, eso está bien, no me gusta andar arrastrando siempre a alguien a dónde no quiere ir, por ahora las cosas han fluido bien, de seguir así pronto nos veremos.

El fin de semana me vi con July, de repente apareció dejándome un mensaje, aproveché que tenía la noche libre y concretamos una cita, cenamos y estuvimos conversando, no estaba interesado en que sucediera algo, por algún motivo estoy pensando de más en Cris… Sin embargo después de varias copas ambos nos estábamos insinuando, entiendo que ella si quería; nos fuimos calentando de más y bien, conocía una residencia cerca al lugar donde estábamos. Fue una decepción total en la cama, estaba llena de tabúes y no me dejo siquiera complacerla a mi manera. Nervios o efecto del alcohol, no me importa: Dejé un billete junto a la cama y me fui a casa, no pretendo amanecer al lado de esa vaca muerta, fue algo de una noche en mi pasado, pero no conocía ese aspecto de ella. No volverá a pasar.

Carta 011:
(04 Febrero 2012)

Mi ex pareja ha regresado del exterior. Sigue tan radiante, delicada y elegante como en nuestros mejores momentos. Creo que se ha arreglado especialmente para la ocasión. Para restregarme en la cara que ahora lleva une mejor vida sin mí. Dijo que salir del país le había renovado las metas y los propósitos para este año, y la verdad hasta deseo que todos sus proyectos culminen con éxito.

Al saludarme intentó seducirme rozando mis labios: “No se puede olvidar un amor en 2 semanas” dice ella. Pues el gusto, el deseo y el cariño no se han terminado de ir de mí. La acompañé a comprar un disco y de paso compré una prenda para mí junto a una corbata, aunque a elección de ella.

Si mujer, terminamos en mi casa y terminamos en mi cama. Parece que uno se aleja de ustedes y misteriosamente se vuelven expertas follando. Eso o la extrañaba, da igual realmente. Después del vino, la cena y la faena en la sala de estar decidimos pasar la noche juntos.  Se ha largado en la mañana sin avisar, madrugaba para compartir con su familia, sólo dejó una estúpida nota que se resume en:

Recuérdame así siempre”.



Carta 014:
(19 Febrero 2012)

El viernes ha sido Lynn, fue fácil convencerle de faltar a sus clases del sábado. Lo único que necesité fue buscar un sitio lejano, ninguno de los 2 quería que alguien de la universidad viera a un profesor con su alumna en ese plan. Es el prospecto físico de mujer que me atrae, ya sabes cómo soy.

A diario converso con Cris, tenía un compromiso el fin de semana así que no pudimos vernos, pero me prometió verme el siguiente, sigo pensando en qué invitación hacerle, quiero algo especial y único, lo merece, me merece. Cris me ha conquistado, su inteligencia y su humor me trasnochan cada día. Me ha recomendado sus 3 libros favoritos, voy por el segundo, debo verme estúpido en el patio de la facultad de psicología cada tarde durante mis descansos leyendo así.

En fin, que debía escribirte sobre Lynn.

Tiene 20 años, una estudiante promedio, no sobresale en sus calificaciones pero tampoco necesitaba insinuarse a mí para superar alguna nota. El juego de coqueteo fue mutuo. No fue algo impensado ni improvisado, desde la clase del miércoles a medio día sabía que en algo íbamos a terminar, le propuse salir a compartir un rato y la mirada que recibí por respuesta me indicó el sitio al que debía llevarla: Un lugar con rock, alcohol, y un aire de clandestinidad.

Gime de forma leve, gime de forma sensual.

Hablamos de sus bandas favoritas, es melómana, coincidimos en alguna agrupación, superficial también, pero nos emocionó reconocer nuestro tema favorito del año 2002. Es buena con los videojuegos y bastante popular con sus compañeros de la universidad ¿Por qué será? Al finalizar la cena recibí un mensaje de voz de Cris, eso terminó de hacer mi noche, seguir con Lynn después de eso no presentó mayor problema.

Una cosa te puedo jurar: Se lo volveré a hacer por detrás.

Carta 015:
(27 Febrero 2012)

Finalmente he estado con Cris.

Me cuesta un tanto escribir. No quiero caer en la cursilería de los suspiros momentáneos pero habrás notado que puedo estar enamorado de ella. Es la mujer que me ha conquistado. El sábado en la noche la lleve a las afueras de la ciudad, un restaurant bastante elegante. Tenía velas. La noche y las luces de la ciudad dibujaron el panorama ideal, usó la táctica del frío para obtener mi gabán y mis brazos.

Imaginas ya cómo me pone verla con mis prendas: Mi gabán, mi camisa, sus piernas desnudas, su piel en mi cama, mis manos en su cintura.

Hace mucho no me dolía la cara de reírme. La serenidad de su mirada y su expresión corporal hacen vibrar cada poro de mi piel.

Casi tanto como el lunar en su hombro.


Lo dije, me cuesta escribir. Eso sí, ya hemos planeado los 2 siguientes fines de semana juntos.

miércoles, 4 de febrero de 2015

Había


Había un cielo calmado
Había un cielo tormentoso
Había un hombre mirando al cielo

Había un hombre inseguro
Había un café y un libro
Había un cigarrillo y otro libro

Había una canción de amor
Había un rayo de esperanza
Había una guitarra y un texto con acordes

Había un ángel
Había un demonio
Seguía el hombre mirando al cielo

Había una montaña frente al hombre
Se había prometido llegar a la cima
Seguía mirando la montaña desde abajo

Una promesa incumplida
Un juramento quebrantado
Una lección aprendida


Y una lección sin aprender


Había un cielo calmado
Había un cielo atormentado
Había un hombre mirando al cielo

Había noches de sueño tranquilo
Había noches de insomnio
Había noches de pesadillas

Estaba el hombre besando
Estaba el hombre cantando
Estaba el hombre soñando

Estaba el cielo atormentado
Estaba el cielo calmado
Estaba el hombre calmado y atormentado mirando el cielo

lunes, 2 de febrero de 2015

Lynn


Lynn es una adolescente, sus 20 años y su carita seria son un imán de pretendientes por doquier, su mirada pretenciosa y su ceja levantada captan la atención de todo hombre que la mira -“Idiota éste, le haré un guiño, seguro pasará la noche entera tocándose mientras me piensa”- dice, al tiempo que sube el volumen de su reproductor de música. Le sonríe al idiota de turno y lo derrite, otro pretendiente más en el transporte público que ha sido cautivado, ya es el segundo en éste día; el cuarto en lo que llevamos de semana y sólo han pasado 3 días – Hombres desesperados y con el pene caliente abundan por éstos tiempos – El tipo ha llegado a su destino, Lynn continúa su camino: “cobarde, no fue capaz de acercarse” piensa ella y si, es verdad, era un tipo común, sin gracia, atraído simplemente por la actitud de Lynn.

Viste sport, lleva lentes, no suele utilizar blusas ya que prefiere chaquetas, nunca muestra sus piernas y siempre lleva accesorios que algunos consideran masculinos: Algo de superhéroes o videojuegos, sabe que eso vuelve locos a muchos hombres, y ella quiere eso, tenerlos ahí para ella, para su ego, le gusta provocar y lo logra con mucha facilidad, no porque su ropa sea ajustada ya que no tiene grandes atributos en sus pechos o su cola, sino más bien por lo sugestiva de su actitud, como el susurrar al oído al despedirse, dejarse abrazar la cintura o rozar con su mano la entrepierna de sus amigos ocasionalmente. Las ventajas y los placeres de ‘estar buena’ y es que en la cotidianidad solo se requiere un pequeño rasgo que resulte atractivo, con eso cualquier mujer se defiende actualmente, y Lynn… Ella lo hace a veces por placer, a veces porque se siente atraída, no se trata de un orco insensible, no, también es humana, y a veces pasa que lleva tiempo sin tener relaciones sexuales, ella es la mujer que puede darse ese lujo cuando guste, con sus amigos o con un desconocido si así lo prefiere, sino que lo digan los 3 hombres con los que ya se acostó en febrero...Y eso que hasta ahora es el décimo día del mes.

Pero Lynn también está enamorada, y aunque para algunos parezca inexplicable, ella sabe diferenciar el sexo ocasional de las relaciones que tiene cuando está con el hombre que la ha cautivado: Maximiliano. Si, Lynn se ha enamorado y al llegar a su casa esta noche seguirá elaborando el detalle que quiere entregarle a su hombre: Una carta en la que redacta a su estilo los recuerdos que tiene de la vez que Max le propuso hacerlo en el salón de clases, de las veces que le hizo felaciones en la facultad universitaria y del día en que terminaron jadeantes, exhaustos en el parque público. Pues se acercaba una fecha especial para ellos y qué mejor que recordar esas situaciones ya que pronto se reencontrarían luego de varios días de mantenerse alejados.
Lynn empieza a extrañarlo…

No llamará a nadie para calmar el deseo que tiene de estar en sus brazos, ésta vez quisiera entregarse de verdad nuevamente. No se cuestiona sus sentimientos respecto a los demás tipos y si eso se considera una infidelidad al hombre que tiene su corazón, piensa ella que es libre y por ello Maximiliano debe saber que si quiere estar a su lado deberá compartir sus labios, deberá también compartir su cuerpo, ya que los halagos que Lynn recibe a diario son un honor, y le resulta absurdo negarse a quien la desee. Así que si un hombre se atreve a declarar sus intenciones ¿Por qué decirle que no? Ella intenta ser complaciente, le dijeron que su cuerpo era simplemente un instrumento que usaría a placer. Lynn se siente bien así.

Lynn
Suena el teléfono: es uno de los hombres con los que estuvo esta semana pero ella lo deja sonar y escucha luego el mensaje de voz, la ha invitado a salir el viernes en la noche. No lo piensa mucho, el viernes ya quedó de ver a Sindy, una de sus mejores amigas, y aunque por un instante duda de la opción de ver a Sindy temprano y al tipo en la noche (total le conoce las intenciones) desiste, pues sabe que aunque Sindy lleve una relación de año y medio con Marcela y sean felices, siempre hubo un deseo que no ocultó hacía ella; así que seguramente terminarán las 2 en la cama… Lynn lo sabe, hay mucho placer que sólo una mujer puede brindarle a una mujer. La pregunta que le ronda su cabeza ahora es: ¿Sindy estaría interesada en estar con Max y conmigo? – Con eso en mente termina la carta y  se dispone a preparar su cena.

El microondas se programa para calentar por 5 minutos una pasta precocida mientras Lynn en bragas, pantuflas y un buso grande espía los perfiles de Maximiliano desde su celular. Revisa sus fotos y sus últimos tweets, Max no ha subido fotos acompañado, parece que lleva una vida tranquila, solitaria, y sus últimos trinos tratan de música y deportes, nada extravagante. Ahora lo extraña más... Lo extraña a él y al cariño que le brinda, que ella percibe como sincero y real, no como el tonto deseo de tenerla en la cama de los demás hombres con los que recientemente se ha acostado. Necesita esa calma, una parte de ella tiene el leve deseo de cambiar algunos aspectos de su vida, aunque no por ello se arrepiente de las cosas que ha estado haciendo y las que vendrán.

Lynn necesita sentirse querida

Responde algunos mensajes de texto y chatea con una de sus compañeras de clase que le cuenta sobre David, ella descubrió que él gusta de Lynn, pero nuestra chica ya lo sabe – Sé cómo me mira, y sé como lo he provocado, al despedirme de él la semana pasada casi le besé, pero no, no me interesa, ha tenido ganas de decirme algo, creo que quiere declararse – dice ella. No es de sorprenderse, ya está acostumbrada a lidiar con pretendientes todo el tiempo, en cada sitio al que va siempre hay alguien que, aunque sea disimuladamente le mira. Cada hombre intenta conquistarla a su manera por chat, muy pocos son lo suficientemente directos para hacerle una propuesta indecente, el resto se ponen su máscara de amistad y se acercan a ella, terminan ilusionados, culpándose o siendo uno más de la lista, invierten su tiempo y sus esfuerzos en obtener una oportunidad mientras ella piensa en su placer corporal y su corazón en Maximiliano

Lynn sirve su pasta y cena

Los mensajes y las conversaciones con los chicos que están tras ella le sacan varias sonrisas, pero ella centra su atención en la conversación con Max, quien simplemente le cuenta sobre su jornada laboral y se interesa en los estudios de Lynn, le deja algunas palabras de aliento y sus mejores deseos para el siguiente día. ¿Qué tiene de especial Maximiliano? No lo sé, ni siquiera nuestra chica lo sabe.

Alista las prendas que utilizará mañana
Se recuesta bajo las cobijas

Se duerme pensando en cuántos hombres  la mirarán mañana por vestir de forma coqueta

lunes, 5 de enero de 2015

Café para dos


05-I- 2015
Sigamos mirando el interior de mi alma

La breve improvisación de la tercera parada del viaje llega cargada de letras y mucha ilusión, de un impulso desmedido transformado en la creación de un vínculo, de entregar una parte fundamental del alma al cielo, a la luz.

La comodidad de un sofá, la comida chatarra y la infaltable malteada de chocolate acompañada  de una exposición de traumas a medio contar permiten reflejar los vacíos que el alma necesita llenar; dejan abierta la oportunidad de crecer y de cambiar. Demuestran que es posible fluir.


Los miedos son necesarios; los riesgos indispensables

De eso queda el optimismo, que ayuda a visitar lugares cargados de recuerdos dolorosos dibujando una sonrisa en el rostro, y abre una ventana que brinda luz a un corazón inundado de oscuridad.

Y queda entonces la perspectiva y la vista desde esa ventana: La que invita al viajero a revelar los demonios del pasado, a exorcizar las tristezas, la rabia y la frustración, la que permite descansar, sentirse comprendido y con ello disminuir el peso de una cruz cargada en silencio.

Quedan ahora 2 caminos por recorrer, y no precisamente en forma de disyuntiva. Son 2 caminos que se complementan mutuamente.

Café de la montaña


04 – X – 2014

07:05 pm. Posa la acompañante del viajero frente al Café de la montaña; un lugar rodeado de calles solitarias y cubierto bajo una fría noche.


Música, Frustración, Amor, Frustración

La segunda parada viene precedida de emociones, sensaciones, mitos, efectos especiales y música en vivo; el recorrido desde que partimos ha traído más curvas de las percibidas, y es que un viaje no se hace en línea recta, sin embargo lo que se recorre solo se puede apreciar con un mejor panorama al finalizar la etapa.

La oscuridad del sitio inspira una conexión y complicidad moldeada en forma de declaración que borra los fantasmas de frustración cargados de nostalgia con los cuales se ha llegado a tal lugar; La música, los bombos y las frutas adornan el ambiente de intimidad acompañados del tenue brillo de una vela.

Pasan las horas, pasa la música,
Las sombras dibujan ilusión,
Pasa la comida, pasa la música,
El autoestima regresa efímeramente,
Pasa la noche, pasa la música.


La partida de ésta segunda parada no es la más idónea, y algunas pérdidas empañan la imagen del Café de la Montaña mientras nos alejamos. Momento de girar la vista y relajarse en el sillón, la tercera parada aparente estar bastante lejos.

Camino del café


22-IX-2014
¡Je! Cupido es un cabrón.


Corazones de amor y amistad, aire puro, fotografías sonrientes y un fondo verde que proyecta la tranquilidad de la naturaleza se perciben al ingresar al Camino del café; la primera parada de un viaje que emprendí desconociendo las sensaciones y consecuencias que pueden traer su trayecto y su destino, y al cual me llevo una gran valija equipada únicamente con una cámara fotográfica, un cuaderno y un bolígrafo. Los souvenires de emociones suelen ocupar demasiado espacio, así que las cosas banales deben quedarse en casa.

Los días previos ilusionan al viajero y su acompañante con el deseo de creer que esta vez sí, que hay cosas que van cambiando, y confabulan con la exigencia y la importancia de los días venideros; la parada se ofrece voluntaria casi inconscientemente en un punto intermedio justo para medir nuestras sonrisas y deseos.

Ilusión


Algún juego lógico-matemático, brownie, helado y café acompañan una tarde de descanso y distracción, y preceden también una tarde noche de pasión y otros deseos, pero esto me lo reservo, porque el encanto y la esencia de un lugar también se encuentran en los secretos que éste conserva.